Lo que se usa no se excusa

Este refrán apela a las tradiciones y a la actitud de respeto y sumisión que se debe tener ante ellas, dando por hecho una posición conservadora, tan propia del saber popular y los dichos. Con lo que se usa se refiere a lo que es usual, a lo establecido. Y además dice que no se excusa, es decir, que no se discute lo establecido según las normas de convivencia propias e impuestas por el sistema.

Entre locos, hazte el loco, o te tentrán en poco

Este refrán pone el foco de atención en aquellos ambientes donde puedas estar en contradicción con tu entorno, y además se permite aconsejar modificar el comportamiento e imitar a los que nos rodean. Cómo decía Paul Samuelson: Cuando todo el mundo está loco, ser cuerdo es una locura. Así pues, si queremos tener un mínimo de aceptación y reconocimiento debemos modificar nuestra conducta hacia la dominante en el entorno. Esto está relacionado con movimientos conservadores que incitan miedo al cambio, al que asocian locura.

Todo es menester, migar y sorber

Este refrán pretende reflejar que debemos valorar correctamente las cosa y darles la importancia que merecen incluso aunque no parezcan muy relevantes, pues lo cierto es que sí tienen influyen aunque en principio no se conozca tal. La riqueza viene dada muchas veces en los pequeños detalles. En concreto, también podemos usar esta frase para esas ocasiones donde hay un dilema cuando hay 2 opciones contradictorias y no sabemos cual atender, o al menos cual atender primero.

De haber dicho sí, muchas veces me arrepentí; de haber dicho no, ninguno se arrepintió

Este refrán aconseja la prudencia y optar por una posición conservadora ya que solo optando por un cambio ante una ocasión que se presente, las cosas pueden ir a peor. El dicho induce miedo al cambio, ya que este puede ser positivo o negativo, y aconseja dejar las cosas como están. Los progresistas podrían criticar esta posición donde ninguna mejora es posible, y además a veces es mejor asumir riesgos, especialmente si la posición conservadora sigue una línea negativa.

Tantas letras tiene un no como un sí

Este refrán no es más que un argumento un tanto flojo y gracioso para intentar convencer de un cambio de opinión acerca de un tema en concreto. Así, se da pie a pensar de que para empezar se es consciente de al menos 2 posibilidades de respuesta, y de que inclinarse ante una postura u otra tiene el mismo coste. Probablemente se use para provocar un cambio de opinión pero en cualquier caso aconseja tomar partido.

De vez en cuando es agradable hacer alguna tontería

Este refrán deja claro que es conveniente regirse por ciertas normas de conducta, aceptables para la sociedad y que deben guiar la vida. Sin embargo también abre la puerta a saltarlas ocasionalmente, sin que se convierta en costumbre. A esa acción le llama «hacer alguna tontería» y el motivo principal de dichas acciones es el mero placer, bien por obtener placer real o por la posibilidad de sentir placer en el hecho de quebrar las normas de vez en cuando.

Lo que fuere, sonará

Este refrán hace referencia a la ley de causa efecto, donde si bien se abre la posibilidad de que ocurre un efecto, aunque no conozcamos bien la causa, de algún modo será manifestado su efecto y es ahí como lo conoceremos. La percepción por tanto debe ser sensorial y en este caso alude al sentido del oído, pero no debe extralimitarse a esto pues dicho verbo también es usado para mostrar consciencia de las cosas. Cuando algo te suena, es que ya la conoces.

La mayor valentía es excusar la pendencia y la rencilla

Este refrán te indica que ante una disputa, sea violenta o no, lo más aconsejable siempre es la prudencia, y que además esto no va a ser un síntoma de cobardía. Cuando hay conflictos y rencillas puedes responder de manera similar incluso de mayor grado, lo que algunos pueden interpretar como fuerza o valentía, pero esto es un error pues te pone a su mismo nivel. Una respuesta violenta no es aconsejable en ningún caso, y no habla de poner la otra mejilla sino de obrar con cautela y sin acalorarse en una disputa violenta.

Armas para abrirse paso, vienen bien en todo caso

Este refrán aconseja demostrar una posición fuerte a la hora de negociar o de afrontar cualquier reto, puesto que una posición de debilidad, cautela o indefensión es muy contraproducente. Entonces se abren 2 posibilidades, una en la que se pueda usar esa posición de fuerza y otra en la que no se ejerza, pero en cualquier caso siempre viene bien tener recursos a mano.

No hay mejor remedio que el del mismo paño

Con este refrán se alude a que no hay nadie mejor que uno mismo para atacar a los problemas propios. Está claro que hay un problema a discutir ya que se alude al término remedio y a usar paños. Ante las distintas opciones de unos y otros, debe quedar claro que en principio el mas adecuado debe ser la de uno mismo pues en teoría no hay dudas de las intencionalidad, mientras que siempre la hay para las ajenas.

Dame donde me siente, que yo haré donde me acueste

En este refrán popular se refuerza la autoridad de una persona, un carácter que es capaz de resolver las cuestiones a su manera por mas que le vengan dadas de una manera o de otra. Las condiciones de salida no podemos elegirlas a menudo y allí donde estemos nos vendrán dadas. No obstante luego podemos elegir el rumbo a seguir, y acabaremos de manera exitosa en el punto final que consideremos bueno si somos talentosos.

A Roma se va por todo, pero por narices no

Este refrán alude a que incluso en las empresas que merecen mucho la pena, se debe apostar por convicción y no por imposición. Este dicho proviene de la edad media y está relacionado con el hecho de ir a Roma a por el perdón papal. En un mundo tan religioso y espiritual donde Roma representaba tanto para cualquier persona e la época tampoco valía ir de cualquier manera ni siendo forzado.

El astuto, hasta de los males saca fruto

Este refrán aplaude a los astutos e inteligentes, que son capaces de obtener buenos resultados hasta en las condiciones más desfavorables. El saber popular o la destreza también ayudan a cosechar éxitos o al menos a minimizar daños ante eventos negativos. Cabe destacar que en condiciones favorables, la mayoría puede sacar provecho pero solo los astutos destacarán cuando las cosas van mal.

Donde cazar pensamos, cazados quedamos

Este refrán pone el ojo en aquellos que utilizan técnicas para el engaño puesto que tarde o temprano van a quedar en evidencia y sufrir las consecuencias de sus actos. Las acciones picarescas o la manipulación va asociada al arte de la caza donde también se busca engañar a la presa para cazarla. De igual modo, también podemos servir de ejemplo a que oros las utilicen contra nosotros.

A las diez, deja la calle para quien es

Este refrán establece una división en el día a la hora de las 10, a partir de la cual unos deben recogerse a tiempo porque es tiempo para el grupo restante. La diferencia entre unos y otros es el modo de vida, ya que «la gente de bien», trabajadora y honesta debe protegerse en su casa y evitar mezclarse con la gente «de mal vivir», los borrachos, ladrones, delincuentes… Esto atañe principalmente a aquellos más vulnerables como puedan ser los jóvenes o los ancianos.

Dar coces contra el aguijón es poca discreción

Este refrán desaconseja luchar contra un poder superior, fomentando el conservadurismo y la sumisión. Deja claro, por tanto, que existen dos posiciones, una donde débil que tiene márgen de maniobra para al menos dar coces, y otra posición fuerte, con un gran poder representado por un aguijón. Las coces no parecen efectivas realmente frente al aguijón, si no más bien un movimiento de puro espectáculo. A veces conviene más hacer menos teatro y desde la discreción ser más efectivo

De un hombrecillo iracundo se ríe todo el mundo

Este refrán alude a aquellos hombres que suelen manifestarse públicamente y ser protagonistas de protestas. Con más o menos razón, la crítica del público será feroz con ellos, y serán víctimas de una burla por parte de la sociedad. El refrán señala a aquellas personas que saltan fácil en cualquier disputa, frecuentemente con argumentos un tanto superficiales y poco radicales, es decir, de crítica fácil y de poco rigor.

Cuando truena, llover quiere

El refrán pretende aludir a una manifestación de carácter fuerte e irritable, que suele preceder a un comportamiento de ira descontrolada. Aconseja también alejarse un poco del ojo del huracán para no ser víctima de esa descarga de ira, ya que aunque sea la causa de esos truenos, puede mojarse. Los truenos reflejan ese enfado y la lluvia la consecuencia de dicha ira. No es bueno estar cerca de personas que estén en ese estado así que una vez dado la prudencia y la distancia parecen aconsejables.

La respuesta mansa, la ira quebranta

Este refrán es tal vez el mejor consejo para aquellos que no encuentran una respuesta ante la ira de los oponentes o rivales. Y es que no siempre es bueno el alejamiento o la imparcialidad frente a un comportamiento iracundo, y entonces cuando se busca que tipo de repuesta es la conveniente, se aconseja cierta templanza, tranquilidad y mansedumbre. Chocaría por tanto con aquellos que pretenden realizar una respuesta más agresiva. Y es que el fuego no se apaga con fuego…

Cuando no llega la piel del león hay que añadir un poco de la de la zorra

Este refrán no es más que un aforismo hecho en el siglo I por Fedro, y que aconseja suplir la carencia de fuerza con inteligencia. Sin duda alguna el león representa a la fuerza y el zorro a la astucia, y deja claro que ser león no basta para todas las ocasiones ni para siempre aunque da por hecho que es la primera opción. En esos casos donde falle el coraje y la fuerza, se debe ser capaz de utilizar la razón y la astucia.

Quien más pone, más pierde

Este refrán alude nuevamente y como tantos otros al conservadurismo, y esta vez en términos económicos. No se entra en si el riesgo es bajo o elevado pero deja claro que existe la posibilidad de fracaso en cualquiera inversión. Se sobreentiende por tanto que la postura correcta debe ser moderada y pesimista, porque al no haber certeza en el resultado, deberíamos evitar ser al menos el más damnificado en caso de resultados adversos.

Quien deja camino y toma vereda piensa que adelanta, pero rodea

Este refrán ataca a la gente progresista que procura la innovación descuidando las costumbres o el saber popular. Sería una torpeza asumir que las cosas no pueden evolucionar y cambiarse, pero en general si las cosas son así es por algo, y en caso de duda se recomienda prudencia y seguir por el camino que otros ya han trazado. Es un ataque a los locos y temerarios que se salen de lo establecido, pero esta burla no debiera ocultar que sólo de esta manera de prospera.

Porque sí y Porque no, razón es sin razón

Este refrán pone en evidencia una falta de argumentos ante una cuestión. Si la respuesta a una pregunta se reduce únicamente a un voto favorable o en contra, atenta seriamente a la razón y no debiera satisfacer al que pregunta. Se puede opinar favorablemente o en contra de algo, y es algo que no está mal, pero tiene poca legitimidad si lo comparas con una respuesta bien argumentada, con motivos que refuercen dicha opinión o en caso contrario permitan ser rebatida.

La vergüenza, donde sale una vez nunca más entra, y la sospecha nunca sale de donde entra

Este refrán alude claramente a la importancia de la reputación, que tan fácil es de perder y que una vez que se ha puesto en duda es difícil o imposible recuperar, pues siempre permanecerá dicha duda y nunca más saldrá. Si una persona queda asociada a un acto que produzca cierta vergüenza, probablemente aunque se demuestre la falsedad de la acusación, esta será eficaz. Este refrán fomenta las calumnias y difamaciones especialmente eficaces contra políticos.