Este refrán pone el ojo en aquellos que utilizan técnicas para el engaño puesto que tarde o temprano van a quedar en evidencia y sufrir las consecuencias de sus actos. Las acciones picarescas o la manipulación va asociada al arte de la caza donde también se busca engañar a la presa para cazarla. De igual modo, también podemos servir de ejemplo a que oros las utilicen contra nosotros.