Cada uno lleva su cruz con buen o mal aire; pero sin cruz no vive nadie

Este refrán resalta que en la vida siempre hay problemas, conflictos, cargas, que la vida no es todo color de rosas. No obstante unos tienen una actitud que podríamos decir de buen aire mientras que otros tienen la contraria. En el primer caso nos podríamos llegar a confundir y pensar que tiene problemas, que no tiene su cruz, pero sin embargo este refrán señala correctamente que no es verdad, que simplemente los afronta de otra manera.

El corazón es adivino

Este refrán te dice que la razón no siempre es el método más fiable para predecir lo que va a pasar ya que a menudo se equivoca, tal vez porque no tenemos suficientes elementos de juicio o hacemos los juicios mal. Por tanto, mediante las emociones y las sensaciones se puede adivinar mejor ciertas cuestiones. El símbolo de esto es el corazón, y de ahí vienen las corazonadas que a veces se acaban cumpliendo y dando sentido a este refrán.

Llagas hay que no se curan, y toda la vida duran

Este refrán alude a unas heridas y males del cuerpo no atendidos a tiempo, que avanzan y se convierten en problemas mayores e incluso se vuelven crónicos. Sin embargo lo que pretende señalar precisamente son otro tipo de heridas, las espirituales o del alma, ya que ciertos desengaños y frustraciones son difíciles de asumir y de superar, e incluso se puede decir que marcan a una persona durante toda su vida.

Arriba, canas; Y abajo, ganas

Este refrán se muestra crítico con la vejez en un aspecto muy concreto como es la lujuria. Es cierto que las ganas podrían referirse a cualquier estado de animosidad, de fuerza de espíritu, de iniciativa por hacer cosas, por trabajar o disfrutar de la vida con energía. Sin embargo, en un juego de palabras, todo parece indicar que apela a la impotencia de los hombres, cuyo miembro no se levanta.

Todo lo nuevo place y lo viejo satisface

Este refrán contrapone lo nuevo con lo viejo y pone en valor a lo viejo por encima de lo novedoso, al que hay que reconocerle que entra mejor al ojo y nos llega mucho más, pero que también tiene carencias y finalmente acaban pesando. Es entonces cuando se pone en valor lo viejo, que debido a la experiencia se sabe de su valor y permanece. El refrán alude claramente al trato con personas, a la facilidad con la que nos mostramos dispuestos a nuevas amistades pero que sin embargo son las de toda la vida las que valen la pena.

El deseo hace hermoso lo feo

Este refrán te dice claramente que si quieres algo con muchas ganas, lo verás más bello y no te importarán los defectos. Da por hecho que otros pueden considerar que haya aspectos negativos de una cosa o de una persona, pero que si a ti te gusta de verdad y estas enamorado no te van a importar, e incluso puedes verlos de otra manera, mucho más positiva, llegando a ver incluso belleza.

Amor con amor se paga y lo demás, con dinero

Este refrán lo cuentan los ancianos que saben de la vida y de los amoríos. En pocas palabras explica que si realmente existe el amor verdadero no hay que alimentarlo de dinero, ya que el tiempo y los pequeños detalles que no cuestan dinero son suficientes. Hablando también de amor y dinero, está este refrán que dice «Amor verdadero, el que se tiene al dinero» que nos da a conocer que realmente el único amor verdadero es el que se tiene por el dinero. De estos dos refranes me saco uno de la manga que dice así: «El dinero y el amor, cuanto más separados mejor».

Amor con casada, vida arriesgada

Este refrán nos habla de todos los riesgos que existen en las aventuras amorosas con mujeres casadas u hombres casados. Como la mayoría de los refranes, este tiene siglos de historia y por ello se aplicaba solo a las aventuras con mujeres casadas que pudieran tener los hombres. A día de hoy tanto se puede aplicar a las aventuras de los hombres como de las mujeres. La segunda parte del refrán «vida arriesgada» tiene que ver con el echo de que hay riesgo de que la otra parte se entere del romance y aparezcan los problemas.

El gato escaldado, del agua fría huye

La experiencia en este caso, es lo principal, ya que como dice el dicho, los males sufridos con anterioridad hacen que se aumente la precaución, incluso en el caso de que sea obvio que no hay peligro, siempre se teme volver a sufrir.

Nadie se basta a si mismo

Significa que nada de provecho se puede conseguir sin la ayuda de los demás. También se refiere a que en algún momento de la vida nos va a hacer falta la ayuda de alguien para llegar a buen puerto.