Este refrán resalta que en la vida siempre hay problemas, conflictos, cargas, que la vida no es todo color de rosas. No obstante unos tienen una actitud que podríamos decir de buen aire mientras que otros tienen la contraria. En el primer caso nos podríamos llegar a confundir y pensar que tiene problemas, que no tiene su cruz, pero sin embargo este refrán señala correctamente que no es verdad, que simplemente los afronta de otra manera.
Refranes de amor
Refranes de amor organizados por categorías con los que aprender, refranes populares de amor con su significado para saber que quieren decirnos.
El corazón es adivino
Este refrán te dice que la razón no siempre es el método más fiable para predecir lo que va a pasar ya que a menudo se equivoca, tal vez porque no tenemos suficientes elementos de juicio o hacemos los juicios mal. Por tanto, mediante las emociones y las sensaciones se puede adivinar mejor ciertas cuestiones. El símbolo de esto es el corazón, y de ahí vienen las corazonadas que a veces se acaban cumpliendo y dando sentido a este refrán.
Arriba, canas; Y abajo, ganas
Este refrán se muestra crítico con la vejez en un aspecto muy concreto como es la lujuria. Es cierto que las ganas podrían referirse a cualquier estado de animosidad, de fuerza de espíritu, de iniciativa por hacer cosas, por trabajar o disfrutar de la vida con energía. Sin embargo, en un juego de palabras, todo parece indicar que apela a la impotencia de los hombres, cuyo miembro no se levanta.
Todo lo nuevo place y lo viejo satisface
Este refrán contrapone lo nuevo con lo viejo y pone en valor a lo viejo por encima de lo novedoso, al que hay que reconocerle que entra mejor al ojo y nos llega mucho más, pero que también tiene carencias y finalmente acaban pesando. Es entonces cuando se pone en valor lo viejo, que debido a la experiencia se sabe de su valor y permanece. El refrán alude claramente al trato con personas, a la facilidad con la que nos mostramos dispuestos a nuevas amistades pero que sin embargo son las de toda la vida las que valen la pena.
Lo que ve el ojo, desea el corazón
Este refrán te muestra que para poder desear algo primero tienes que sentirlo especialmente con la vista. No se puede querer algo de lo que no sabes que existe o no lo percibes de ninguna manera. Está muy relacionado con el refrán: «Ojos que no ven, corazón que no siente«, evidentemente, pues sólo muestra lo mismo desde otro punto de vista.
El deseo hace hermoso lo feo
Este refrán te dice claramente que si quieres algo con muchas ganas, lo verás más bello y no te importarán los defectos. Da por hecho que otros pueden considerar que haya aspectos negativos de una cosa o de una persona, pero que si a ti te gusta de verdad y estas enamorado no te van a importar, e incluso puedes verlos de otra manera, mucho más positiva, llegando a ver incluso belleza.
Amor con amor se paga y lo demás, con dinero
Este refrán lo cuentan los ancianos que saben de la vida y de los amoríos. En pocas palabras explica que si realmente existe el amor verdadero no hay que alimentarlo de dinero, ya que el tiempo y los pequeños detalles que no cuestan dinero son suficientes. Hablando también de amor y dinero, está este refrán que dice «Amor verdadero, el que se tiene al dinero» que nos da a conocer que realmente el único amor verdadero es el que se tiene por el dinero. De estos dos refranes me saco uno de la manga que dice así: «El dinero y el amor, cuanto más separados mejor».
Amor con casada, vida arriesgada
Este refrán nos habla de todos los riesgos que existen en las aventuras amorosas con mujeres casadas u hombres casados. Como la mayoría de los refranes, este tiene siglos de historia y por ello se aplicaba solo a las aventuras con mujeres casadas que pudieran tener los hombres. A día de hoy tanto se puede aplicar a las aventuras de los hombres como de las mujeres. La segunda parte del refrán «vida arriesgada» tiene que ver con el echo de que hay riesgo de que la otra parte se entere del romance y aparezcan los problemas.
Pensar despacio y obrar de prisa
Para tomar una decisión se deben valorar bien los pros , los contras y las consecuencias de la misma y después, actuar sin dilación y ocuparse de otro tema.
El que se enoja, dos trabajos tiene
Este refran desaconseja el enfado como solución a los problemas en la vida pues se pasa mal rato al enfadarse y al desenfadarse.
No hay cosa como cantar mal para cantar mucho
Quien menos sabe, presume estar al cabo de todo, cegado por el amor propio que no le permite ver sus propios defectos o carencias.
Si no puedes lo que quieres, quiere lo que puedes
Es buena cosa conocer tus posibilidades y cuando lo que quieres es imposible es preferible conformarse con lo que tienes y tratar de mejorarlo.
Nunca llueve a gusto de todos
Algo tan bueno y necesario como la lluvia puede resultar molesto para algunos cuando les tuerce los planes
Cada uno cuenta la feria como le va en ella
Cuando contamos algun suceso, siempre le añadimos buena parte de nuestras propias experiencias y así el mismo hecho contado por dos personas distintas puede parecer diferente
cada maestrillo tiene su librillo
Cada persona tiene su propio modo de hacer las cosas al hacer una obra y esto no tiene que incomodar a nadie si al ver el resultado uno queda satisfecho
Por tu corazón juzgarás el ajeno, en malo y en lo bueno
En el mismo sentido se usa » Cree el ladrón que todos son de su condición «. Tendemos a pensar que los demás tienen los mismos vicios y debilidades que nosotros, o por el contrario la misma buena fé que caracteriza a los incautos
A rio revuelto, ganancia de pescadores
Hasta en los momentos de mayor caos y confusión, hay algunos que saben sacar partido de los males ajenos.
¿Donde va Vicente? Donde va la gente
Hacemos lo que hacen los demás sin pararnos a pensar que no somos todos iguales y lo que les va bien a unos les molesta a otros.
Nadie se basta a si mismo
Significa que nada de provecho se puede conseguir sin la ayuda de los demás.
Dos que duermen en el mismo colchón son de la misma opinión
Por la noche no se debe discutir . Hay que llegar a un acuerdo para poder dormir. La costumbre hace el resto. Y si no hay consenso cada uno en su aposento.