Poca hiel hace amarga mucha miel

Este refrán pretende hacer ver que un pequeño problema puede provocar la pérdida de un bien mucho mayor. Recomienda por tanto cautela y vigilar que no haya manzanas podridas que puedan hacer perder toda la cosecha. Aunque todo sea belleza y bondad, un pequeño punto negro, un elemento discordante pude echar abajo todo lo demás.

Del árbol caído todos hacen leña

Este refrán señala a aquellos que se aprovechan ahora que se ha producido una situación de debilidad en alguien, que en otro momento mostró fortaleza y en este estado no se hubieran atrevido. Cuando hay una situación favorable, no solo los valientes se aprovechan sino que detrás van todos buscando sacar tajada o restársela a otros por pura envidia.

La buena ventura de los unos ayuda a los otros

Este refrán te dice que el propio juego es productivo, y que de una manera u otra no significa que para que unos ganen otros tengan que perder, sino al contrario, es posible que todos acaben ganando algo, por más que el reparto sea desigual debido a que unos tienen mejor ventura que otros.

Al saber llaman suerte

Este refrán pone en contraposición al talento, al conocimiento, destreza y habilidad frente a la suerte o fortuna. Frecuentemente son confundidos, o incluso ignorados ya que algunos asocian al factor suerte un evento positivo, ignorando un buen trabajo, o la maña que hay detrás, como indica el refrán. También pasa al revés, que algunos presumen de su buen saber cuando en realidad simplemente les sonrió la diosa fortuna.

La fortuna a muchos da demasiado, pero a ninguno le da bastante

Este refrán pone el foco en la acumulación de riqueza, en la codicia de las personas adineradas que nunca tienen suficiente. Bien es cierto que el proceso de acumulación probablemente tiene mucho que ver con esta característica, pero desde el punto de vista de los demás lógicamente es criticable. Cuesta comprender que el que más tiene, más quiere, porque lo que te parece mucho, si lo tuvieras, tal vez seguirías mirando a otros que tienen más que tú y por tanto también tiene una componente de envidia.

Cada uno se divierte como puede

Este refrán ataca a aquellas formas de diversión, o actitudes un tanto extrañas para lo común. Realmente detrás parece que hay una crítica a la persona, más que a la actitud, señalando su incapacidad para comportarse de manera normal. Es decir, se indica que la actitud o el acto no es correcto, pero de algún modo lo disculpa porque también establece una condición, y es que su posición o su clase social no le permite optar a otra cosa.

Mas enseñan los desengaños que los años

Este refrán pone el foco de atención en el sistema de aprendizaje, en cómo se adquiere el conocimiento útil para la vida, y dice que la experiencia adquirida útil no es solo cuestión de un tiempo dedicado ni se genera expontáneamente. Plantea un método de enseñanza basado en la experiencia y además indica claramente que se aprende más de experiencias negativas que positivas. De experiencias positivas es más difícil extraer conclusiones que cuando sufres las consecuencias de malas decisiones.

El que disimula bien, vive bien

Este refrán asocia el arte del disimulo, la manipulación y el engaño con un buen estado de vida. Y es que una buena posición puede aconsejar el disimulo para  que no despierten envidias en otros más desfavorecidos y pongan allí su foco. Una fuente de riqueza normalmente va asociada a un acto ilícito y por tanto requiere de un disimulo. Detrás de cada fortuna hay un crimen, como diría Honoré de Balzac, y por tanto, ¿cómo no va a ser aconsejable el disimulo? La relación es correcta.

Más fácil es alcanzar que merecer

Este refrán es muy duro, pues manifiesta la realidad de que en muchas ocasiones vemos como ocupan cargos o reciben premios aquellos que al menos en principio no parece que hayan tenido más méritos que otros candidatos. Esto da pie a entender que tal vez el criterio de méritos no es el correcto, o que algún poder tiene mayor influencia que la meritocracia. A menudo algunos suplen sus carencias de méritos con malas artes como la compra de votos, intercambio de favores, tráfico de influencias… etc.

Hasta los gatos quieren zapatos, y las gatas, alpargatas

Este refrán ataca y descalifica a aquellos que son demasiado ambiciosos en sus pretensiones, a quienes llama gatos. También alude a la multitud, a la totalidad de la gente que tiene necesidades básicas como es tener un calzado. No es propio de los animales usar calzado y por eso puede usarse para motejar, cuando alguna persona aspira a algo que no le corresponde.

Yo soñaba que era pulga y que saltaba

Este dicho alude al sueño como una visión ambiciosa de la realidad y con su componente de vanidad. Es decir, algunas personas parece estar llenas de presunción y vanidad, y con este refrán pueden ser atacadas, puesto que les dices que sus pretensiones o presunciones son simplemente sueños que incluso tal vez tenga otros como tú mismo. En los sueños se crea una realidad favorable que permite satisfacer el deseo. Si eres una pulga, lógicamente tendrás la capacidad de saltar.

Quien tiene buen anillo, todo lo señala con el dedillo

Este refrán alude directamente a aquellos que tienen bienes de valor y a los que les gusta presumir de ellos, de formas más o menos sutiles o incluso más evidentes. Sin duda alguna provocan a los demás y causan envidias innecesariamente. El anillo es un símbolo de fortaleza, de poder, y hacer ostentación del mismo y darle mayor visibilidad legitima para ejercerlo, aunque un provocación en exceso puede llevar a una crisis de legitimidad.

El polvo de la oveja, alcohol es para el lobo

Este refrán te dice que si una persona está muy interesada por otra, como enamorada, todas sus características le son agradables, por más que causen indiferencia o rechazo para otros. El polvo de la oveja no parece gran cosa para nadie, al lobo le parece algo muy atractivo porque sabe que pertenece a su deseo que es la oveja. También puede interpretarse como que el deseo desmedido por algo pude hacer que aceptes por real algo que no lo es.

César o nada

Este refrán es otra versión más del todo o nada, es decir, una expresión para indicar que no hay medias tintas, que o es blanco o negro. Además, viene a indicar una posición de ambición en la que una persona no se conforma con poco si no que va a ir a por lo máximo. La utilización del personaje de un César señala que puede referirse a una ambición desmedida por el poder absoluto.

Criticar es más fácil que imitar

Refrán de significado claro, que indica cuán dado es el ser humano a criticar y sacar defectos a todo lo bueno cuando es o se siente incapaz de imitarlo o hacerlo por si mismo. Cuando la envidia sale a relucir la crítica es una salida para intentar calmar la impotencia.

Donde fuiste paje, no seas escudero

Este refrán recomienda que si un hombre va prosperando en una organización o grupo, no es bueno que continúe relacionándose o no siga con las mismas costumbres sociales para evitar dar envidia a los antiguos compañeros.

El envidioso enflaquece de lo que otro engorda

Este proverbio significa que la prosperidad de otros, es la principal causa de agonía y sufrimiento de la persona envidiosa. Otro refrán similar, que viene a decir lo mismo es el de «El envidioso nunca es dichoso» ya que siempre desea y sufre por los éxitos y ganancias de los demás.

Culo veo, culo quiero

Critica a los envidiosos o antojadizos a modo de mofa o burla, que quieren todo lo que ven en cuanto lo tiene otro. Este dicho se aplica a las personas que sobrevaloran lo que tienen otros, codiciando los bienes ajenos.

Más vale que nos tengan envidia que no lástima

Este dicho nos pone en el conocimiento de que es mejor que los demás nos tengan envidia, o que les gustaría estar en nuestro lugar, ya que eso supondrá que estamos en una posición buena o de ventaja. Por el contrario, si la gente nos tiene lástima, será que estamos en una mala situación. De todas formas, y aunque es difícil, lo ideal es estar en un termino medio.

Dame pan y llámame tonto

Refrán que va dirigido a todo aquel que con tal de recibir algún beneficio no le importa pasar por necio o aguantar insultos de otros. Un caso práctico podría ser el del hombre que aún teniendo qué comer, permite que otros le den a modo de limosna más comida, sin importar perder su buena fama.