San José, esposo de María, hace la noche igual al día

Este refrán nos dice como San José, el 19 de Marzo, hace que al día siguiente, sea el equinoccio de primavera. Cuando el Sol está en el plano del ecuador, por lo que el día presenta las mismas horas que la noche en prácticamente todos los lugares de la tierra. Evidentemente San José no hace que la noche sea igual que el día, pero sí es una buena manera de recordar cuando es el equinoccio de primavera.

Treinta días tiene Septiembre, con Abril, Junio y Noviembre

Este refrán nos enseña a recordar los meses que tienen 30 días, 31 y 28 días. Buena manera de ayudar a recordarnos los meses para organizar nuestro calendario por días y semanas. Así conoceremos rápidamente la duración de los meses del año. El refrán termina con: «Los demás con treinta y uno, menos Febrero el loco con veintiocho».

Las penas son cadenas

Este refrán en términos económicos podría traducirse como que la deuda esclaviza. No obstante se refiere más bien al consuelo por las desgracias y a los cargos de conciencia. Claro está, se limita la libertad de obra o de pensamiento una vez que uno se ve afectado por estas cuestiones y por eso el refrán parece muy coherente.

La mayor desgracia no es tenerla, sino merecerla

Este refrán señala una persona puede caer en desgracia y muchas veces no hay una relación directa con una causa que la produzca. Es decir, puedes ser fruto de otras cosas, y aunque no «se busque» se tenga mala suerte. En este caso, todavía puede hacer más daño el hecho de pensar que no se es culpable. Por otro lado, también pretende exculpar de responsabilidades a aquellos que atribuyen sus desgracias simplemente a la fortuna, lo que suele ser un comportamiento inocente e infantil.

Los males hacen amistades

Este refrán significa como las desgracias o la fatalidad suelen ser fuente de solidaridad, de hacer causa común y que tenga como consecuencia no solo la posibilidad de conocer a otras personas, sino las sucesivas relaciones que bien pueden derivar en amistades. Si cuando las cosas van bien, es fácil hacer amigos, cuando no van tan bien es difícil, pero se pueden forjar amistades incluso mejores.

Nadie es adivino del mal que está vecino

Este refrán ataca a aquellas personas con supuestas artes adivinatorias puesto que todo intento de predecir el mal será en vano. Algunos dan por hecho el concepto de destino, pero señalando que es impredecible. Cabe resaltar como caso particular que incluso a veces, cuando ya está demasiado cerca de afectarte, también se sigue esta pauta.

Los duelos con pan son menos

Este refrán lo que pretende reflejar es que en casos de sufrir penalidades o esfuerzos en los trabajos, si hay un beneficio económico que los compense, son más llevaderos. El pan refleja a los bienes que se puedan recibir por un trabajo, que en caso de los pobres muchas veces era la posibilidad de alimentarse decentemente, allá por tiempos del marqués de Santillana.

Nadar y nadar, y a la orilla ahogar

Este refrán señala como ni siquiera a veces con el esfuerzo se puede lograr el éxito. De hecho puede pasar de estar a punto, de tocarlo con las punta de los dedos para finalmente fracasar. Este es un punto realmente frustrante y que el refrán lo refleja perfectamente. También se dice cuando el enfermo lucha contra la enfermedad y tras lograr diversos progresos finalmente recae.

Mal por mal, más vale una monja que un seglar

Este refrán es uno de tantos que presenta la solución al problema como la elección del mal menor. Es decir, se asume la no salida, la no existencia de una opción idónea. Por tanto este punto de vista pesimista anima a ser conservador y simplemente tratar de minimizar daños, algo que muchas veces puede ser lo mejor que se pueda sacar, aunque no siempre es el caso.

El último mono es el que se ahoga

Este refrán señala como el que llega tarde y probablemente es más débil, es el que va a encontrarse una situación tan mala que puede ser incluso de fatalidad. El refrán viene de un proceso concreto que tienen los monos a la hora de cruzar ríos, donde colaboran unos con otros y forman una entre ellos, la cual favorece a los primeros que cruzan mientras que el último tiene más posibilidades de fracasar en el intento.

El mal entra a brazadas y sale a pulgaradas

Este refrán mide y compara  al mal en dos momentos, cuando irrumpe en nuestra vida y cuando finalmente se consigue mejorar. El mal que bien podría ser una catástrofe, un golpe de mala suerte o de enfermedad,  cuando llega lo hace en grandes cantidades, a brazadas, que es una cantidad enorme si la comparamos con la pulgada, la manera en la que dice que se va el mal. Es decir, aunque el llega fuerte y en grandes cantidades, se va luchando contra el consiguiendo pequeñas victorias y tardando bastante tiempo.

El bien viene andando; El mal, volando

Este refrán alude al concepto del bien y del mal que más allá de ser una contraposición en sí misma, también se diferencian en la forma que tienen de abordarnos. El bien suele llegar muy lentamente y muchas veces como consecuencia de buscarlo y trabajarlo durante mucho tiempo. Sin embargo el mal suele llegar sin esperarlo, de sorpresa. El refrán pretende alarmar sobre esto y por tanto anima a ser precavidos con el mal y pacientes con el bien.

El abismo llama al abismo

Este refrán significa que el caos no viene solo, o que las desgracias no vienen solas sino que unas llaman por otras y se acumulan, o una deriva en otra. Es por eso que vale la pena tratar de frenar una situación inicial, atacarla a tiempo antes de que catalice, y lleve a la extensión de situaciones incluso peores por puro contagio.

Basta a cada día su pesar

Este refrán aconseja evitar pensar en preocupaciones futuras, pues el día a día ya traen suficientes problemas como para pensar en el medio o largo plazo. El refrán es bastante negativo puesto que parece indicar que todos los días son malos, de tristeza o situación complicada de soportar. Además deja entrever que puede ir a peor incluso, así que mejor no mirar más allá. Ciertamente eliminar la planificación y vivir al día no parece lo adecuado salvo para situaciones irreversibles.

Enemigos del placer, sospechar y temer

Este refrán deja claro que todas las personas deben sentir y buscar el placer, y si no es el caso, anima a desconfiar porque va contra natura. Ataca por tanto a los pusilánimes, que no buscan el placer y ser cautelosos con ellos. Por otro lado también supone que el placer está bien definido y no diferencia como unas personas pueden sentir placer por unas cosas y otras por otras. Parece indicar que sólo hay un modo de comportamiento, el que supone correcto, y muestra intolerancia hacia lo demás.

La alegría viene de arriba

Este refrán quita al hombre del foco, quien no es más que un sujeto vulnerable a la intervención divina. Solo Dios es capaz de proporcionar alegría y por tanto anima a cualquiera que se sienta dichoso a dar gracias al Señor. Si la alegría viene a raíz de sucesos un tanto aleatorios, o forzados, esto ha de ser porque Dios así lo quiso y nunca por la acción u omisión del hombre.

La alegría es flor de un día

Este refrán define a la alegría como algo sino instantáneo, bastante fugaz, pasajero. Contrariamente a lo que sería un estado de pasividad, la alegría hace que se fluctúe en un corto período de tiempo, o al menos así nos lo parece al establecer la unidad en un día frente a una temporada o un año.

Más vale un día alegre con medio pan que uno triste con un faisán

Este refrán está comparando la felicidad y satisfacción que se pueda tener por un bien de escaso valor frente a otro valioso. De hecho, no está relacionado y tanto se pude experimentar alegría teniendo pobreza y tristeza teniendo riqueza. En estas situaciones, es mejor vivir pobre y feliz que rico y triste. Puede ser una vez una consolación para los pobres o tal vez un toque de atención a los ricos.

Alegría ten, y vivirás bien

Este refrán señala que el estado de ánimo es fundamental para tener una vida placentera, de felicidad y éxito o justo lo contrario. El estado de ánimo recomendado es el de alegría, de ser positivo ante los acontecimientos que se produzcan en la vida. Incluso aunque acabe llegando la fatalidad, no te pueden quitar lo bailado.

El placer no comunicado, no es placer

Este refrán indica que una gran parte de placer se da más que en el hecho que lo produce, en poder compartirlo. Literalmente niega el hecho de que un individuo pueda tener placer si nadie lo conoce aparte él mismo, algo que no parece razonable. No obstante el hecho de ser compartido magnifica el placer, así como pueda suceder con las penas, que compartidas, no duelen tanto.

Cuando el abad está contento, lo está todo el convento

Este refrán te indica dos cosas, hace hincapié en la importancia de la jerarquía a la que reafirma y refuerza la influencia de la cabeza visible, y por otro lado resalta que el estado de ánimo es contagioso. En particular un estado de ánimo positivo y alegre por parte de arriba influye bastante a los de abajo.

Cuando el bien te sale al encuentro, métele dentro

Este refrán te indica que debes aprovechar las oportunidades, que no llegan continuamente sino de manera un tanto fortuita en ocasiones. Esas oportunidades también se pueden ir, y tal vez no volver, así que corren vientos a favor, parece el momento de emprender el movimiento y no precisamente cuanto todo está en contra.

No es el bien conocido hasta que es perdido

Este refrán tan popular refleja el poco valor que se le da a las cosas hasta que se pierdan. De hecho se puede llegar al extremo de que ni siquiera se conoce dicho valor. Claro está, la ausencia del bien que tenía una función, o proporcionaba satisfación y felicidad pone el foco en él, por las consecuencias que tiene.