Rogamos a Dios por santos, mas no por tantos

Aquí un refrán que constata que todo en exceso es malo, incluso de las cosas buenas. De hecho cualquier cosa, por muy necesaria que parezca y sea deseable, parece que superado un cierto límite puede considerarse como perjudicial. Le añade un componente religioso,  como es el ruego a Dios. Y es que en las oraciones se le suelen pedir cosas, y es de agradecer cuando son concedidas, más cuando se conceden en exceso suelen venir también consideraciones negativas.

Basta lo que es suficiente

Este refrán explora los límites de una actitud o comportamiento, y así recomienda alejarse del exceso y adoptar una postura más conservadora. Entonces, ¿cuándo se debe parar? Se anima a colmar lo que se define como suficiente, es decir, las características mínimas que deben cumplirse para alcanzar un cierto grado de satisfacción, que implique suficiencia. Una vez llegado a ese punto, se promueve el exceso, que siempre es recomendable cortar y por eso se anima a decir basta.

Por el humo se sabe donde está el fuego

Este refrán nos pretende decir que debemos fijarnos en los efectos para así detectar donde está la causa de los problemas. Es decir, van unidas la causa y el efecto, y por tanto, si queremos atacar al efecto y tener un resultado distinto, debemos primero mirar la relación de causalidad y modificar ese origen. Por más que se quieran ocultar ciertas cosas o acciones, siempre dejan un rastro que puede seguirse, y en este caso lo refleja el humo que sale del fuego.

Por el hilo se saca el ovillo

Este refrán invita a llegar a conclusiones ateniéndose primero a un origen concreto, y segundo indagando en el camino y las consecuencias trazadas por este. Es decir, si buscas resolver un problema debes atenerte a unas hipótesis iniciales correctas que deben ser analizadas y que sirven como punto de partida para luego presentar y desarrollar la solución. El refrán pretende analizar una consecuencia o resultado, poniendo un ojo al desarrollo y a dichas hipótesis.

Buscáis cinco pies al gato, y no tiene más que cuatro

Este refrán ataca a aquellos que complican excesivamente los asuntos a debatir, introduciendo elementos que no parecen tener mucha relevancia a la hora de resolver problemas. Bien es cierto que para cada cosa siempre exista una solución simple, sencilla y equivocada. Pero eso no significa que complicar el asunto sea la mejor opción ya que con ello se pueden tapar los asuntos as relevantes.

Paso de buey, corazón de lobo y hazte el bobo

Este proverbio te da 3 indicaciones muy claras que son determinadas actitudes que debes tener en la vida. En primer lugar apela al paso del buey, que es firme y lento, y por tanto la prudencia es tal vez lo más destacado así como el paso firme. En segundo lugar pide un corazón de lobo, y por tanto se destaca la valentía y el impulso. Finalmente la última recomendación es para saber mirar para otro lado cuando la ocasión lo requiera.

No alabes ni desalabes hasta siete navidades

Este refrán simplemente aconseja emitir juicios de valor con prontitud. O dicho de otro modo, no se deben emitir opiniones de manera temprana sino más bien todo lo contrario. Lo cierto es que 7 navidades que suponen 7 años parece una gran exageración, pero que da una idea de que se debe dejar pasar el tiempo antes de pronunciarse ante una idea, actitud o una persona.

El águila no caza moscas

Este refrán alude a que no siempre un individuo u organización debe emplearse en atender todos los problemas o meterse en todas las cuestiones, especialmente en las menos relevantes ya que no suele ser inteligente o productivo. El águila simboliza a la inteligencia y a un posición de poder, mientras que la mosca representa justo lo contrario, la debilidad y le menudez. El fuerte no pierde el tiempo con menudeces.

Oyendo nuevas, me voy haciendo vieja

Este refrán alude claramente a aquellos preocupados por las noticias de un mundo cambiante, que no cesan, y que salen sin parar porque no dejan de ocurrir cosas. Y siempre será así, hasta el fin de la vida. Por tanto deja entrever que si nos centramos en las noticias novedosas, que dejan rápidamente obsoletas a otras, no tendremos tiempo para pararnos, alejar la mirada, mirar en perspectiva, analizar las situaciones, o incluso vivir la vida.

Del pecho del ladrón cuelgan las cruces

Este refrán subraya la injusticia social y la hipocresía de ciertos premios, donde se hacen reconocimientos públicos precisamente a los más dañinos para la sociedad. Viene de un texto de Ugo Foscolo, donde ataca a Vicente Monti tras ser condecorado por Napoleón, donde dice que: En tiempo de las bárbaras naciones colgaban de una cruz a los ladrones. Más hoy, en pleno siglo de las luces, del pecho del ladrón cuelgan las cruces.

Al villano, con la vara de avellano

Este refrán recomienda una pena dura frente a los malvados, e incluso sugiere castigo físico severo, como indica la vara de avellano, caracterizada por su dureza, y que probablemente sea más efectiva que otras a la hora de causar dolor mediante castigos. La gente vil no suele corregirse mediante palabras, o eso indica este refrán quién no deja más alternativa para frenar las vilezas que el castigo físico, aunque tampoco queda demostrada su efectividad.

Por donde se peca se paga

Este refrán establece una relación clara entre el motivo del pecado con el del castigo por pecar. La penitencia no debe ser aleatoria sino muy relacionada con la pena. Se podría por ejemplo hablar de que un hurto debiera compensarse con una pena monetaria o incluso para un acto de violencia debiera establecer una pena violenta. Está muy relacionado por tanto con la ley del talión, el ojo por ojo.

El que rompe, paga

Este refrán establece una relación clara entre el causante de una infracción y el que debe responder de ella, algo que parece muy lógico pero en ocasiones no es tan evidente. Con esta simplificación se resuelve cualquier conflicto en la derivación de responsabilidad. El castigo debe ser impuesto únicamente y de forma clara al causante del agravio.

El bueno come lechugas, y el malo come pechugas

Este refrán discute acerca del beneficio o rendimiento que pueda tener una persona buena de lo una mala, y establece que la segunda logrará uno mayor. ¿Por qué? Esa es la cuestión, y partiendo de que la hipótesis es cierta y afecta a lo material, a los bienes básicos como alimentarse a base de carne o verduras, se decide que los malos tendrán más beneficio, supongo que por ser más inconformistas, menos sumisos, más ambiciosos. Va ligado a la cultura del pillo y la de aprovechar las situaciones.

Dios consiente, y no para siempre

Este dicho apela a la paciencia de Dios, quien tiene una capacidad de comprensión enorme y no exigirá responsabilidades ni establecerá penas a la ligera. No obstante, esta particularidad no será eterna, y a la larga sí se acaba pagando, con lo que finalmente si habrá reproche, probablemente tras la muerte, en la vida después de la muerte en la que creen los cristianos.

Hay ojos que se enamoran de legañas

Este refrán ataca a aquellas personas con deseos contrarios a la razón y a cualquier tipo de consenso entre los demás. Así el deseo que es atacado al evaluarse únicamente desde el sentido de la vista, y además este juicio está deformado por cuestiones tan personales como pudieran ser los problemas de visión o mismamente las legañas. Implica una estrechez de miras muy grande, una cerrazón que impide realizar juicios correctamente.

Me gusta porque me gusta; me cansa porque me cansa, y no hay más causa

Este refrán critica a la falta de argumentos, justificaciones a la hora de la toma de elecciones. La toma de posición frente a cualquier decisión sin causa justificada lo deja en puro capricho. Otra posible visión del mismo es la falta de interés en justificar los gustos. Y es que sobre gustos no hay nada escrito, así que por otro lado cualquier debate es inútil ya que la percepción individual es diferente de unos a otros.

Cada gusto cuesta un susto

Este refrán asocia cualquier tipo de cumplimiento de un capricho con algo negativo. Y es que de alguna manera siempre se puede decir que los momentos de amargura van asociados a los momentos de felicidad ya que sólo conociendo los momentos dulces puedes así conocer los opuestos. Está relacionado también con los riesgos que tiene cumplir un gusto, y de hecho asocia un riesgo tan alto que establece la equivalencia 1:1 entre gusto y susto.

Más vale un gusto que cien panderos

Este refrán te muestra como cumplir un capricho puede compensar frente a otro tipo de rentabilidad. Y es que según un relato aragonés, un hombre viajaba a vender cien panderos a una feria, junto con otros artesanos. En un momento dado pierde uno al caer al río desde un puente, pero esto tuvo su gracia, y entonces se deshizo de los 99 restantes lanzándolos el mismo uno a uno para cumplir el capricho. Los demás no entendían como perdía la posibilidad de hacer negocio y lo que contestó fue justamente este refrán.

No pidas de grado lo que puedas tomar por fuerza

Este refrán te aconseja el uso de la fuerza en determinadas condiciones. Se valora la situación y se establece que hay una posición de mayor fuerza, la cual me imagino que se opta por no dejar de desaprovechar, ya que otras alternativas tal vez puedan generar un nuevo equilibrio en las fuerzas que ponga en riesgo el resultado. Rechaza la diplomacia y cualquier aplazamiento que pueda favorecer al adversario mejorando sus defensas.

Haz lo que debas, y suceda lo que suceda

Este refrán aconseja el cumplimiento del deber independientemente del resultado que pueda obtenerse. Atener al deber es lo importante para quien predica este dicho, y fomenta la concentración en la tarea, más allá de pensar las consecuencias de la misma o de cualquier posible adaptación en función del resultado. Para ciertos sistemas es importante la jerarquía, la sumisión y el no cuestionar las órdenes y reglamentos.

Cuando seas martillo, da; cuando seas yunque, recibe

Este refrán te aconseja adaptarte a tu situación y posición ya que en función de tu entorno y circunstancias deberías actuar de una manera u otra. Apela claramente a la condición de clase y a como unos tienes unas características propias mientras que otros tienen otras. De igual manera podría decirse que si estás en una posición de poder, debes ejercerlo o sino será síntoma de debilidad, mientras que si tu fuerza no es favorable no deberías optar más que a una estratégia defensiva.

Porque otro se tire de un balcón, no voy a tirarme yo

Este refrán puede entenderse como que hay que ser conservador frente a la evaluación del riesgo, y donde no vale seguir la tendencia de los más temerarios. O también puede entenderse en términos de conducta y de moralidad, en la que tirarse de un balcón va asociado a un comportamiento malo, que en ningún caso debiera ser imitado. Nuevamente se pone de manifiesto el conservadurismo y la prudencia.

A negocio nuevo, consejo nuevo

Este refrán contrasta con la mayoría ya que propone una actitud poco conservadora a la hora de tratar una nueva posibilidad de negocio. Dice que las recomendaciones, tal vez útiles para negocios antiguos no van a servir para los nuevos tiempos. Y es que con un tiempo cambiante, también van a variar las condiciones y debemos adaptarnos a ellas, ya que en caso contrario incurriríamos en un error.