Este refrán contrasta con la mayoría ya que propone una actitud poco conservadora a la hora de tratar una nueva posibilidad de negocio. Dice que las recomendaciones, tal vez útiles para negocios antiguos no van a servir para los nuevos tiempos. Y es que con un tiempo cambiante, también van a variar las condiciones y debemos adaptarnos a ellas, ya que en caso contrario incurriríamos en un error.