Este refrán recomienda una pena dura frente a los malvados, e incluso sugiere castigo físico severo, como indica la vara de avellano, caracterizada por su dureza, y que probablemente sea más efectiva que otras a la hora de causar dolor mediante castigos. La gente vil no suele corregirse mediante palabras, o eso indica este refrán quién no deja más alternativa para frenar las vilezas que el castigo físico, aunque tampoco queda demostrada su efectividad.