Me gusta porque me gusta; me cansa porque me cansa, y no hay más causa

Este refrán critica a la falta de argumentos, justificaciones a la hora de la toma de elecciones. La toma de posición frente a cualquier decisión sin causa justificada lo deja en puro capricho. Otra posible visión del mismo es la falta de interés en justificar los gustos. Y es que sobre gustos no hay nada escrito, así que por otro lado cualquier debate es inútil ya que la percepción individual es diferente de unos a otros.

Cada gusto cuesta un susto

Este refrán asocia cualquier tipo de cumplimiento de un capricho con algo negativo. Y es que de alguna manera siempre se puede decir que los momentos de amargura van asociados a los momentos de felicidad ya que sólo conociendo los momentos dulces puedes así conocer los opuestos. Está relacionado también con los riesgos que tiene cumplir un gusto, y de hecho asocia un riesgo tan alto que establece la equivalencia 1:1 entre gusto y susto.

Más vale un gusto que cien panderos

Este refrán te muestra como cumplir un capricho puede compensar frente a otro tipo de rentabilidad. Y es que según un relato aragonés, un hombre viajaba a vender cien panderos a una feria, junto con otros artesanos. En un momento dado pierde uno al caer al río desde un puente, pero esto tuvo su gracia, y entonces se deshizo de los 99 restantes lanzándolos el mismo uno a uno para cumplir el capricho. Los demás no entendían como perdía la posibilidad de hacer negocio y lo que contestó fue justamente este refrán.

Sobre gustos y colores no hay disputas

Este refrán está muy relacionado y de hecho complementa al de «Sobre gustos no hay nada escrito», que muestra como la percepción individual es muy cambiante y es un error imponer un criterio, establecer un patrón o siquiera la mera discusión acerca de las posibilidades, probablemente por la incapacidad para establecer un consenso. El concepto de belleza parece demasiado subjetivo como para establecer juicios al respeto.

No pidas de grado lo que puedas tomar por fuerza

Este refrán te aconseja el uso de la fuerza en determinadas condiciones. Se valora la situación y se establece que hay una posición de mayor fuerza, la cual me imagino que se opta por no dejar de desaprovechar, ya que otras alternativas tal vez puedan generar un nuevo equilibrio en las fuerzas que ponga en riesgo el resultado. Rechaza la diplomacia y cualquier aplazamiento que pueda favorecer al adversario mejorando sus defensas.

A la fuerza ahorcan

Este refrán ataca a la imposición y al control de la volutand, a lo que no le augura un buen resultado. Si no hay ningún tipo de consenso y se busca el cumplimiento de tareas de mala gana, a la larga se obtendrá un resultado nefasto, que se ve reflejado en un fatídico ahorcamiento. Se aconseja por tanto invertir en fabricar un consenso.

Haz lo que debas, y suceda lo que suceda

Este refrán aconseja el cumplimiento del deber independientemente del resultado que pueda obtenerse. Atener al deber es lo importante para quien predica este dicho, y fomenta la concentración en la tarea, más allá de pensar las consecuencias de la misma o de cualquier posible adaptación en función del resultado. Para ciertos sistemas es importante la jerarquía, la sumisión y el no cuestionar las órdenes y reglamentos.

Antes quebrar que doblar

Este refrán aconseja firmeza a la hora de afrontar cuestiones relativas al deber, y es contrario a cualquier adaptación ante las circunstancias previstas o imprevistas y especialmente desfavorables para el cumplimiento de dicho deber. La rigidez es un valor especialmente para aquellos que buscan sumisión ante los poderes, y una manera de reforzarla puede ser la difusión de refranes como este. Lo cierto es que si algo vale mucho la pena, debe ser defendido a toda cosa y hay que luchar contra síntomas de debilidades.

Cuando seas martillo, da; cuando seas yunque, recibe

Este refrán te aconseja adaptarte a tu situación y posición ya que en función de tu entorno y circunstancias deberías actuar de una manera u otra. Apela claramente a la condición de clase y a como unos tienes unas características propias mientras que otros tienen otras. De igual manera podría decirse que si estás en una posición de poder, debes ejercerlo o sino será síntoma de debilidad, mientras que si tu fuerza no es favorable no deberías optar más que a una estratégia defensiva.

Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe

Este refrán atenta contra la libertad del individuo de elegir el rol y las acciones que considere convenientes. Se atenta a su voluntad, más que de pensamiento de obra, la cual debe atenerse a unas normas ya establecidas. Los caprichos, aficiones y devociones no deben salirse de un camino prefijado, al menos en cuanto a los hechos.

En la duda, libertad

Este refrán es bastante conciso y claro cuando fomenta la libertad, especialmente ante cualquier caso de duda. Es decir, en un juicio de valores, o ante la pluralidad de ideas se debe de respetar y se debe dejar manga ancha, especialmente cuando hay motivos para la duda. El proberbio en realidad viene de San Agustín, que vivió en los siglos IV y V, y muestra en sus pensamientos que ante las cosas importantes y claras se debe buscar la unidad, pero en caso contrario mejor ser tolerante.

Porque otro se tire de un balcón, no voy a tirarme yo

Este refrán puede entenderse como que hay que ser conservador frente a la evaluación del riesgo, y donde no vale seguir la tendencia de los más temerarios. O también puede entenderse en términos de conducta y de moralidad, en la que tirarse de un balcón va asociado a un comportamiento malo, que en ningún caso debiera ser imitado. Nuevamente se pone de manifiesto el conservadurismo y la prudencia.

A negocio nuevo, consejo nuevo

Este refrán contrasta con la mayoría ya que propone una actitud poco conservadora a la hora de tratar una nueva posibilidad de negocio. Dice que las recomendaciones, tal vez útiles para negocios antiguos no van a servir para los nuevos tiempos. Y es que con un tiempo cambiante, también van a variar las condiciones y debemos adaptarnos a ellas, ya que en caso contrario incurriríamos en un error.

Lo que se usa no se excusa

Este refrán apela a las tradiciones y a la actitud de respeto y sumisión que se debe tener ante ellas, dando por hecho una posición conservadora, tan propia del saber popular y los dichos. Con lo que se usa se refiere a lo que es usual, a lo establecido. Y además dice que no se excusa, es decir, que no se discute lo establecido según las normas de convivencia propias e impuestas por el sistema.

En cada tierra, su uso, y en cada casa, su costumbre

Este refrán pone de manifiesto las particularidades singulares de cada entorno que debieran ser respetadas ya que probablemente tienen su razón de ser. Dijo Zenobio que: Tantas tierras, tantas costumbres. Y lo cierto es que a pesar de los movimientos de globalización, tenemos una riqueza cultural que tarda mucho tiempo en cambiarse y tal vez deba respetarse y protegerse. Las tradiciones no siempre son aceptables para el mundo moderno, pero eso no significa que lo moderno sea lo adecuado. En cualquier caso se recomienda ser conservadores.

Entre locos, hazte el loco, o te tentrán en poco

Este refrán pone el foco de atención en aquellos ambientes donde puedas estar en contradicción con tu entorno, y además se permite aconsejar modificar el comportamiento e imitar a los que nos rodean. Cómo decía Paul Samuelson: Cuando todo el mundo está loco, ser cuerdo es una locura. Así pues, si queremos tener un mínimo de aceptación y reconocimiento debemos modificar nuestra conducta hacia la dominante en el entorno. Esto está relacionado con movimientos conservadores que incitan miedo al cambio, al que asocian locura.

Todo es menester, migar y sorber

Este refrán pretende reflejar que debemos valorar correctamente las cosa y darles la importancia que merecen incluso aunque no parezcan muy relevantes, pues lo cierto es que sí tienen influyen aunque en principio no se conozca tal. La riqueza viene dada muchas veces en los pequeños detalles. En concreto, también podemos usar esta frase para esas ocasiones donde hay un dilema cuando hay 2 opciones contradictorias y no sabemos cual atender, o al menos cual atender primero.

De haber dicho sí, muchas veces me arrepentí; de haber dicho no, ninguno se arrepintió

Este refrán aconseja la prudencia y optar por una posición conservadora ya que solo optando por un cambio ante una ocasión que se presente, las cosas pueden ir a peor. El dicho induce miedo al cambio, ya que este puede ser positivo o negativo, y aconseja dejar las cosas como están. Los progresistas podrían criticar esta posición donde ninguna mejora es posible, y además a veces es mejor asumir riesgos, especialmente si la posición conservadora sigue una línea negativa.

Tantas letras tiene un no como un sí

Este refrán no es más que un argumento un tanto flojo y gracioso para intentar convencer de un cambio de opinión acerca de un tema en concreto. Así, se da pie a pensar de que para empezar se es consciente de al menos 2 posibilidades de respuesta, y de que inclinarse ante una postura u otra tiene el mismo coste. Probablemente se use para provocar un cambio de opinión pero en cualquier caso aconseja tomar partido.

De vez en cuando es agradable hacer alguna tontería

Este refrán deja claro que es conveniente regirse por ciertas normas de conducta, aceptables para la sociedad y que deben guiar la vida. Sin embargo también abre la puerta a saltarlas ocasionalmente, sin que se convierta en costumbre. A esa acción le llama «hacer alguna tontería» y el motivo principal de dichas acciones es el mero placer, bien por obtener placer real o por la posibilidad de sentir placer en el hecho de quebrar las normas de vez en cuando.

Ni mesa sin vino, ni sermón sin agustino

Este refrán alude a lo que considera recursos básicos para todo hombre como es el alimento del cuerpo y del espíritu, que no pueden ser de cualquier modo sino con vino en el primer caso y con un agustino en el segundo. En la edad media no había tanta variedad a la hora de elegir las bebidas o los oradores para los sermones, pero los buenos vinos y los seguidores de San Agustín tenían prestigio, aportando citas muy interesantes.

Lo que fuere, sonará

Este refrán hace referencia a la ley de causa efecto, donde si bien se abre la posibilidad de que ocurre un efecto, aunque no conozcamos bien la causa, de algún modo será manifestado su efecto y es ahí como lo conoceremos. La percepción por tanto debe ser sensorial y en este caso alude al sentido del oído, pero no debe extralimitarse a esto pues dicho verbo también es usado para mostrar consciencia de las cosas. Cuando algo te suena, es que ya la conoces.

El onceno, no estorbar

Este refrán indica que debiera haber un onceno mandamiento que sería el de no molestar. Es decir, sabemos que los mandamientos que dios entregó a Moises según diversas religiones en unas tablas de piedra gravadas son diez, y así vienen escritos, en su forma ordinal. Por eso esta expresión esta dicha de este modo. Estorbar o molestar debiera considerarse un gran agravio ya que frecuentemente sucede que los demás influyen negativamente en la vida de uno.

La mayor valentía es excusar la pendencia y la rencilla

Este refrán te indica que ante una disputa, sea violenta o no, lo más aconsejable siempre es la prudencia, y que además esto no va a ser un síntoma de cobardía. Cuando hay conflictos y rencillas puedes responder de manera similar incluso de mayor grado, lo que algunos pueden interpretar como fuerza o valentía, pero esto es un error pues te pone a su mismo nivel. Una respuesta violenta no es aconsejable en ningún caso, y no habla de poner la otra mejilla sino de obrar con cautela y sin acalorarse en una disputa violenta.