Buenos martes y malos martes los hay en todas partes

Este refrán habla del segundo día de la semana, asociado tradicionalmente con la mala suerte. Los supersticiosos, de hecho, procuran no embarcarse en proyectos de riesgo en este día. Sin embargo el refrán resta importancia a esto y destaca que el resultado puede tener resultados tanto positivos como negativos.

Para un hombre desgraciado, todos los días son martes

Este refrán señala como hay gente poco agraciada donde ya no solo es que tenga mala suerte puntualmente sino que es de manera permanente ya que no hay un sólo día con viento a favor. Es por eso que dice que todos los días son martes, porque según la tradición este día de la semana es asociado a la mala fortuna.

Para los desdichados se hizo la horca

Aquí tienes un refrán que señala que ataca a la justicia muy duramente puesto que el hecho de hacer justicia o no va a depender de tener suerte o no. ¿Hay algo más injusto? Además, no se trata sólo de hacer justicia sino de una condena a pena de muerte por decapitación. Da por hecho entonces que los afortunados no pasarán por la horca por más que lo pudieran merecer según las leyes vigentes.

Al desdichado, poco le vale ser esforzado

Este refrán destaca que hay fuerzas más potentes que la dedicación, el buen hacer o el talento, como por ejemplo la suerte. Podría por tanto pretender consolar a aquellos que fracasan y no se esfuerzan lo suficiente aludiendo a la fortuna como causa, o desmotivar a aquellos que perseveran en la lucha cuando las condiciones son adversas.

Hay casualidades que parecen providencias

Este refrán señala a determinados hechos que ocurren fortuitamente, y a pesar de aparencer cierta aleatoriedad, justamente se dan cuando parece ser que son mejor recibidos. Por lo tanto, de entre los momentos en los cuales puede ocurrir un suceso, parece justo reconocer que si se dan precisamente en el idóneo se pueda comparar a una providencia.

Bien sobre bien, sobre hojuelas miel

Este refrán señala a una concatenación de sucesos favorables, o más bien a la capacidad de un suceso positivo de potenciar a otro también positivo. Es decir, nos habla de hojuelas, que son unas especies de crepes que son muy apetitosas, ¿y qué decir de la miel? Pues si ya de por sí las hojuelas son sabrosas, ni que decir tiene si encima se les hecha miel.

Quien nace para martillo, del cielo le caen los clavos

Este refrán refuerza la idea de que algunas personas están predestinadas a ejercer determinadas funciones u ocupar ciertas posiciones en la sociedad, ya que los sucesos parecen venirles de cara allanándoles el camino. Da por echo entonces de que unos son privilegiados con respecto a otros y especialmente aquellos que ejercen el poder, puesto que parecen tener las armas para ejercerlo, armas tan potentes que incluso se identifican con el poder divino del cielo.

Da Dios mocos a quien no tiene pañuelo

Este refrán resalta como en ocasiones parece que la fortuna se pone en contra precisamente de los que parece que tienen más falta de ella, ataca a los desprotegidos, a los más débiles. En cierta forma, anima a la dejadez y a la autocomplacencia, a culpabilizar a un Dios injusto de las desgracias y por tanto asumir que no se puede hacer gran cosa frente a los designios del ser supremo.

Después de las tinieblas, la luz

Hay muchos refranes que vienen a decir lo mismo que este, que tras la tempestad viene la calma, que no hay mal que 100 años dure… etc. En esencia se basa en que pese a encontrarnos en una situación negativa, esta no es permanente y cuando se den las condiciones vendrán cosas positivas, vendrá la luz, ya que la situación es cambiante. Por tanto da esperanza de cambio para mejor.

Quien mucho ha de andar, mucho ha de probar

Este refrán se refiere a unas personas concretas, a los caminantes y en general a la gente que viaja mucho. Permanecen bajo unas condiciones muy cambiantes de sitio en sitio, que permiten nuevas oportunidades, nuevas experiencias de todo tipo. Además conviene que es bueno adaptarse a esas situaciones cambiantes en cierta medida.

En este mundo cansado, ni hay bien cumplido ni mal acabado

Este refrán alude a un mudo concreto y real que es el nuestro, y le llama cansado, que no es el que todos idealizamos. Así, a menudo solemos señalar en términos absolutos como algo bueno, o bien hecho, o algo malo o mal acabado. Pero en realidad es un error porque el mundo gira y las cosas cambian. La felicidad es débil y pasajera y de igual modo nada es tan terrible que no se de soportado ni que no se arregle.

La rueda de la fortuna nunca es una

Este refrán te habla de la rueda de la fortuna que alude a un condición de cambio entre sucesos favorables o desfavorables que le suceden a los individuos según los caprichos de dicha rueda. Un día puedes estar a abajo y otro arriba, según como se mueva la rueda y según lo rápido que se mueva. Sin embargo, además cada uno tiene su rueda, y conectamos unas con otras, lo que lo hace todo muy complicado.

La suerte de cada alma, escrita está en la palma

Este refrán alude a la creencia de que el destino puede leerse desde la palma de la mano. Es decir, para empezar se establece el concepto de destino, de que todo está fijado para cada ser desde el momento en que nace. Luego, ese destino además puede adivinarse desde 3 lineas de la mano mediante la quiromancia. Este arte adivinatorio fue en su día fuertemente atacado por Quevedo que señaló muy a sus estilo que las lineas se deben a que la mano se dobla por la palma y no por el dorso.

Los astros inclinan, pero no obligan

Este refrán data de la época medieval y renacentística cuando la astrología y la observación del cielo jugaba un papel fundamental en la navegación de forma que permitía establecer mejor el rumbo. Por tanto, lo que pretende decir es que hay un rumbo fijado, que es nuestro destino, y que es difícil huir de él porque habrá una fuerza que provoque que todo vaya en esa dirección. No obstante nada está escrito y da alas a la libertad de pensamiento y de elección del hombre, para crear su propio destino.

Cuando Dios amanece, para todos amanece

Este refrán asocia la felicidad, el bien o la belleza al concepto de Dios. Es decir, las cosas buenas sólo acontecen cuando Dios está presente, cuando llega por la mañana a la vida de los hombres, además con la cualidad de afectar a todo el mundo. Todos se verán influídos por esta gracia de Dios, que no siempre está presente pero que cuando llega su momento le afecta para bien a todos.

Lo que no acaece en un año, acaece en un rato

Este refrán invita a la reflexión y a una sensación de alerta, de observación y prevención de un posible suceso que si bien despreciamos por improbable, o imposible, podemos estar equivocados. La fatalidad podría llegar si no somos previsores o somos descuidados.

Todo es como Dios quiere, más no como debe

Este refrán deja claro de inicio que los sucesos y el devenir de la vida está escrito y definido por Dios. Desde el punto de vista del hombre, podemos juzgar dichos sucesos y verlos de manera negativa. Este refrán invita a resignarse porque nada puede hacerse ante la voluntad de Dios.

Lo que Dios está, a la mano se vendrá

Este refrán te indica que no se puede huir del destino, y así establecer un hilo de esperanza para aquellos que buscan un cambio. Otra manera de verlo es precisamente de manera contraria, para disuadir a aquellos que luchan por un cambio, para señalarlos y decirles o al menos insinuarles que no sirve para nada porque en ese esfuerzo no cuentan con la bendición de Dios.

Recordar es revivir

Este refrán pretende realzar la potencia de la memoria como valor positivo en la vejez. Cuando el tiempo pasó y ya no se pueden hacer determinadas cosas, bueno está poder recordar el pasado para satisfacer el espíritu. Además dice que mediante el recuerdo se puede volver a sentir emociones de igual manera que cuando sucedieron en el pasado.

Al hombre mayor, darle honor

Este refrán pretende hacer un reconocimiento a las personas mayores que no deben de ser marginadas de la sociedad sino todo lo contrario. Se les debe dar honor, ensalzar sus logros y hablar de su utilidad, lo que no es más que un gesto de humanidad, de respeto hacia los derechos humanos y que dignifica a la condición humana. Las personas mayores son frecuentemente degradadas o están mal atendidas y este refrán pretende luchar contra esto, porque además su experiencia sí es útil para los más jóvenes.

Los viejos son dos veces niños

Este refrán relaciona a la última etapa de la vida como una vuelta al origen en ciertos aspectos, que más bien van relacionados con la fragilidad física y de pensamiento en comparación con otras etapas como la juventud y la de madurez. Como los mayores ya pasaron por la primera etapa, se puede decir que son dos veces niños. La vejez conlleva a un cambio en el metabolismo, de muerte de células, de baja regeneración, de degeneración… etc que ayudan a mostrarse como niños en muchos aspectos, a pesar que en niños ocurre justo lo contrario.

¿Qué es la vejez? Estornudar, toser y preguntar qué hora es

Este refrán pretende describir un poco, con pocas palabras y de manera gráfica lo que es la vejez. Así no se limita a describir procesos metabólicos ni degradación de células ni etapas de la vida, sino que describe lo que es la vejez mediante la enumeración de 3 acciones típicas, que dejan de lado a muchas otras. Se resalta así una vida de aburrimiento, de molestia, de dormir poco, de gruñir y probablemente de enfermedad.

El viejo que se cura, cien años dura

Este refrán se parece mucho al de mala hierba nunca muere, o el de lo que no te mata te hace más fuerte. Es decir, da a entender que si una persona de avanzada edad se ve en apuros y consigue superar una enfermedad lleva implícito una fortaleza que logrará que llegue lejos y pueda sobrevivir muchos años.

La misma vejez es una enfermedad

Este refrán es claro donde los haya, y asocia la vejez con la falta de salud. Es decir, el paso de los años puede verse como una enfermedad ya que deteriora nuestro cuerpo en muchos sentidos, más allá de los diversos achaques que uno pueda tener y que se asocien mejor al concepto de enfermedad.