Este refrán lo que pretende reflejar es que en casos de sufrir penalidades o esfuerzos en los trabajos, si hay un beneficio económico que los compense, son más llevaderos. El pan refleja a los bienes que se puedan recibir por un trabajo, que en caso de los pobres muchas veces era la posibilidad de alimentarse decentemente, allá por tiempos del marqués de Santillana.