La sangre se hereda, y el vicio se apega

Este refrán pone de manifiesto dos conceptos, acerca del comportamiento, donde por genética podemos heredar ciertos rasgos pero que sin embargo otros, sobre todo malos comportamientos aludidos como vicio son adquiridos por imitación. Te dice como los cargos nobiliarios son heredados y muchos vicios que tienen no son congénitos sino por la influencia de unos en otros.

Como se vive, se muere

Este proverbio pretende decirte que tu experiencia en la vida está muy relacionada con el momento de la muerte. Es decir, por ejemplo, si toda la vida fuiste un temerario que corrió riesgos innecesarios es probable que seas víctima de uno de ellos. Si lo tomamos como algo negativo podemos vincularlo claramente con este otro: «Quién mal anda, mal acaba«. Aunque si por otro lado lo tomamos como algo positivo podríamos vincularla a: «Genio y figura, hasta la sepultura«.

Toda criatura torna a su natura

Este refrán alude a las leyes naturales que rigen mundo y especialmente de las criaturas vivas como los seres humanos y su carácter. Podemos utilizar esta frase para señalar a un hombre al que se le ha descubierto una farsa con respecto a su comportamiento, donde aparentaba una corrección de su vileza que no era más que hipocresía. Te dice por tanto que los seres somos condicionados ya desde que nacemos como en: A cada uno le place aquello con que nace.

A cada uno le place aquello con que nace

Este refrán te quiere decir claramente que la influencia de tu entorno, tu aprendizaje en los primeros años de edad es clave a la hora de formarte como persona, especialmente en el carácter y personalidad, aunque también en las inquietudes y aficiones. Es por ello que para bien o para mal, toda persona está un tanto marcada por el sitio donde nació y especialmente donde vivió en la infancia.

Cada uno es como Dios le ha hecho

Esta frase es todo un proverbio que indica como una persona u objeto tiene unas cualidades que permanecen invariables a pesar de las circunstancias. Por tanto la respuesta lógica debe ser de conformismo, conservadora ya que tratar de cambiar no es efectivo. Invita también a aceptar a las personas tal y como son y en cualquier condición, lo que puede servir para justificarlas, probablemente ante actos que puedan ser polémicos.

Todos nacen desnudos

Ese refrán te dice claramente que los seres humanos todos somos iguales al nacer, es decir, apela a la igualdad por un lado y a las características propia de los recién nacidos como pueda ser la debilidad, la pequeñez o la ternura. En ese sentido conecta con otro: «Todos desnudos nacemos, y así volvemos», aunque este además relaciona un estado similar a la hora de la muerte.

Todos somos hijos de Adán y Eva, sino que nos diferencia la seda

Este refrán alude directamente ante la igualdad de los seres humanos estableciendo según la religión Católica que todos somos hijos de Adán y Eva. No obstante dicha igualdad sabemos que no es real y más en concreto la desigualdad de oportunidades ya desde la cuna, porque desde el primer momento la clase social y el entorno (representado por el acceso o no a la seda) nos marcará el acceso a bienes, educación o diversos privilegios.

El hombre honesto es siempre un principiante

Esta frase es un aforismo atribuido a Marcial, autor del siglo I d. C., que te inculca que las buenas personas no aprenden bien de las experiencias de la vida. Está relacionado con el dicho de que las personas buenas son tontas, aunque no es exactamente lo mismo. En  realidad presupone que las injusticias de la vida y las malas artes te deberían llevar a ser una persona que sepa defenderse de ellas o afrontarlas correctamente, algo que sólo los deshonestos logran conseguir.

Detrás de la cruz está el diablo

Este refrán te dice básicamente que por un lado las apariencias engañas, que no siempre es lo que parece, y que por otro lado donde pueda verse bondad, puede haber vicio en realidad. En sociedad y sobre todo en ciertos personajes abunda la hipocresía, y es algo que podemos comprobar a diario cuando algunos ricos esconden evasiones fiscales, blanqueo de dinero o pagos de favores en donaciones aparentemente generosas y beneficiosas para la sociedad. Lógicamente es una expresión muy ligada a la religión católica, y del mismo modo también podemos ver como delincuentes van a misa, o curas cometen atrocidades.

Antes de contar, escribe; y antes de firmar, recibe

Este refrán nos aconseja que hay que ser precavidos. En la primera parte, se refiere a que antes de contar algo hay que hacerlo primero firme, es decir los logros contarlos después de haberlos conseguido. Otro refrán que habla de la primera parte de este refrán es el de «No vendas la piel del oso antes de haberlo cazado«. En cuanto a la segunda parte, nos aconseja que antes de fiarnos de cualquiera, antes debemos de recibir una señal o una muestra de buena fe por su parte.

Cantando se van las penas

Este refrán afirma que el cantar es un buen tratamiento para que se vayan las penas, ya que la música alegra el alma y la vida. Además si somos nosotros los que cantamos, se nos cambia el humor simplemente por pensar en la letra de lo que cantemos. Un buen remedio para las penas sin lugar a dudas.

Con pan y vino, se anda el camino

Este refrán apunta a que el vino y el pan son buenos acompañantes, y que son necesarios para llevar a cabo un trabajo, ya que el pan siempre hace referencia a la comida en general y el vino, además de a la bebida en si, se refiere además a cualquier otro tipo de acompañamiento. Para rendir al máximo hay que estar siempre bien alimentado.

Al lobo, múdale el juego

Este refrán aconseja que a la gente que presume de saber de todo hay que cambiarle de tema a uno que no conozcan demasiado y en el que uno sea un experto o conozca más que el otro, de esta forma se desenmascaran desconcertándolos. Lo mismo hace el tahúr que si no puede vencerte en un juego cambia a otro para así hacerlo.

Algo tendrá el agua cuando la bendicen

Este refrán enseña que de la persona a la que alaban sin venir al caso o con exageración, alguna malicia oculta. Otro significado de este dicho es el de ver los defectos o malas acciones en otra persona, como se afirma en el refrán «Cuando el río suena agua lleva». El proverbio tiene su origen en la antigua creencia de que el agua estaba embrujada y por eso era necesario bendecirla.

El que lo huele, debajo lo tiene

Se dice figuradamente, al que con demasiada rapidez se adelanta a señalar  al culpable de cualquier mala acción para alejar de si toda sospecha, avisándole con este refrán, de que ese hecho está demostrando su culpabilidad. Por otro lado está la forma literal del refrán, que apunta a la ventosidad que se escapa, y el que primero dice que no ha sido es él el culpable.

A quien miedo han, lo suyo dan

Este refrán significa que es importante hacerse temer para que la gente te respete y que nadie te atropelle. De todas formas, hay otro refrán que apunta alguna desventaja a esta forma de actuar «Quien de muchos es temido, tiene a muchos que temer» De esta forma es mejor estar en el punto medio para no tener problemas.