Este refrán alude a las leyes naturales que rigen mundo y especialmente de las criaturas vivas como los seres humanos y su carácter. Podemos utilizar esta frase para señalar a un hombre al que se le ha descubierto una farsa con respecto a su comportamiento, donde aparentaba una corrección de su vileza que no era más que hipocresía. Te dice por tanto que los seres somos condicionados ya desde que nacemos como en: A cada uno le place aquello con que nace.