Este refrán te dice claramente que si quieres algo con muchas ganas, lo verás más bello y no te importarán los defectos. Da por hecho que otros pueden considerar que haya aspectos negativos de una cosa o de una persona, pero que si a ti te gusta de verdad y estas enamorado no te van a importar, e incluso puedes verlos de otra manera, mucho más positiva, llegando a ver incluso belleza.