Ojos que ven no envejecen

Este refrán te muestra como el secreto de la juventud es el tener una actitud determinada ante la vida, de ilusión e inquietudes, de ver cosas nuevas, de explorar nuevos caminos y tener curiosidades que satisfacer. Cerrar los ojos y sentarse a esperar adoptando una posición conservadora es justo lo contrario y que lleva inevitablemente a la vejez y la muerte al menos en espíritu. Mientras permanezca la ilusión por conocer a gente nueva, nuevas aficiones o al menos ilusión porque el día a día valga la pena, uno no envejece mal.

Arrojar la cara importa, que el espejo no hay por qué

Este refrán alude a una situación donde una señora mayor tira a su espejo al verse demasiado demacrada por la vejez, y precisamente justifica dicha actitud, pues puestos al caso, importa mucho más sentirse a gusto con uno mismo que cualquier cosa material. Pretende aludir también lo de que ojos que no ven, ya que quien no se da cuenta de que una cosa mala pueda estar pasando, tampoco puede sufrir por ella.

Salud, y días, y ollas, componen cosas

Este refrán alude al aspecto constructivo de una situación, de un estado de las personas que permita ciertamente la creación de una mejora. Es decir, sin salud uno se vería con una gran limitación a la hora de contribuir a algún proyecto, y mucho más fundamental es el estar vivo, o el dedicarle tiempo. Además, las necesidades básicas como la comida, asociada a ollas, deben estar más o menos cubiertas para poder ser constructivo y aportar a cualquier proyecto.

Siempre perdiz, cansa

Este refrán te pretende dejar claro que todo cansa y aburre, hasta lo más exquisito. en realidad también va asociado a la infidelidad, ya que pretende justificar a ciertos reyes y a su hastío por yacer con la misma mujer, por muy reina que fuera. La frase es atribuida a Enrique IV (siglo XVI) aunque posiblemente es mucho anterior. En general, todo en exceso es malo, y todo puede llegar a cansar, incluso las cosas más hermosas y buenas, o los vicios.

Harto ve quien disimula

Este refrán señala claramente aquellas personas que se hacen el tonto ante algún suceso, y que por algún motivo se puede saber o sospechar que están disimulando. El hecho de disimular  indica claramente la consciencia del problema y precisamente el hecho de disimular indica que hay un conocimiento real de lo que ocurre y sus consecuencias. Si quisieras saber lo que pasa, más que a aquellos que lo denuncian deberías fijarte en quienes disimulan pues ellos posiblemente lo conocen mejor.

Nada creas hasta que lo veas

Este refrán te aconseja adoptar una postura de incredibilidad ante las noticias recientes, especialmente si no hay una constatación real y palpable del suceso. Frecuentemente establecemos juicios a la ligera, precipitados, y que pueden llevar a errores de bulto. Anima también, por tanto, a comprobar la veracidad de los hechos. También alude a que la percepción más fiable pueda ser la del sentido de la vista, descartando otras opciones.

Procura lo mejor, espera lo peor y toma lo que te viene

Este refrán da 3 consejos acerca de la actitud que debes tener ante las condiciones de posibilidad y lo que debes hacer luego a posteriori. Primeramente, uno debe tratar de buscar obtener el mejor resultado, aunque sin embargo debe ser desconfiado y tener en cuenta la posibilidad de tener no solo una adversidad, sino considerar la peor situación posible. En cualquier caso, luego de que se produzca el suceso, ahora si deja claro que una postura de aceptación y de conformismo con el resultado es lo adecuado.

No asombrarse de nada

Este refrán aconseja controlar las emociones y no dejarse llevar por ellas, puesto que aunque haya estímulos e impulsos muy fuertes lo recomendable es la prudencia, y tener una posición incrédula y conservadora. Puede que sea útil para aquellos que tienen una buena posición, y para pregonar sobre aquellos que no la tengan, asuman su rol y no se dejen llevar por ninguna esperanza de cambio.

Yendo y viniendo, vamos viviendo

Este refrán te indica cómo a pesar de las circunstancias cambiantes, se ha sobrevivido, y además es que es buena señal que podemos tomar decisiones y adaptarnos a las situaciones, como muestra con el «yendo y viviendo», porque sin duda alguna esa capacidad va a ser clave en la supervivencia. La expresión también deja un cierto sabor de boca de conformismo y dejadez, de aceptar los derroteros de la vida y adaptarnos a ellos, una posición contraria a otra más activa para buscar una mejor situación.

Un día de vida es vida

Este refrán augura que una situación adversa está al llegar, incluso lo refleja aludiendo a la vida, y por tanto la muerte. ¿Qué nos quiere decir? Pues que a pesar de todo debemos alegrarnos por ir ganando tiempo, celebrar cada día y aprovecharlo mientras no llega lo inevitable, que además no será bueno. Si uno anda «contando los días» debe celebrar cada uno de ellos, porque todos reflejan la vida.

Cualquier tiempo pasado fue mejor

Esta frase proverbial apela al tiempo, a la desilusión por el tiempo presente, incapaz de superar y ni siquiera igualar al momento pasado, y que por tanto da pie a pensar que el futuro será peor que el presente. Aconseja por tanto aprovechar el tiempo, aprovechar la vida. Es una visión pesimista del transcurso de la vida, que ataca a la esperanza de mejora y crea una realidad donde importa lo inmediato y aprovechar la ocasión sin preocuparse mucho por el futuro.

Ríete de todo lo de aquí abajo, y manda el mundo al carajo

Este refrán te pretende recomendar una actitud concreta ante la vida y es la de optar por el buen humor y no cargarte con preocupaciones. De hecho la evasión es una buena táctica para hacerlo todo más llevadero y superar las presiones, al menos a corto plazo, y que debe utilizarse cuando hay niveles altos. La risa es terapéutica, y una actitud positiva ante la vida es más que recomendable, y además compatible ante la responsabilidad y afrontar los problemas, a pesar de que de vez en cuando convenga mandarlos al carajo.

Mientras dura, vida y dulzura; Después, esperanza nuestra

Este refrán que en parte alude a la salve católica, te muestra como la gente debe aprovechar los momentos dulces de la vida, porque «mientras duran» significa que son finitos y algún día no lo serán, e incluso tal vez no vuelvan. Aunque por otro lado también alude a la esperanza de que vuelvan. Muestra un poco lo que es el Carpe Diem y el vivir el presente, aprovechar el tiempo.

Aprovecha el tiempo; Y si no, al tiempo

Este refrán alude a la vida en sí misma, al tiempo que cada ser humano dispone para la vida, que no solo es finito si no que además en la mayoría de las ocasiones, tal vez por el instinto de supervivencia, se hace corto. Por lo tanto, recomienda aprovecharlo para hacer cosas productivas. Además el tiempo es cambiante y tu situación de hoy no será la misma que la de un tiempo futuro, por lo que si no haces algunas cosas hoy, tal vez queden sin hacer nunca.

El miedo guarda la viña, que no viñadero

Este refrán apela claramente al miedo como arma de control y de protección de la sociedad. Y es que el miedo es posiblemente el arma más poderosa que existe a la hora de inhabilitar a las personas a realizar acciones de todo tipo. En este caso sirve como protección, y es más útil que cualquier sistema de protección y vigilancia. La seguridad se consigue cuando se manipulan consciencias y se genera miedo a la represalia o a las consecuencias, ya que solo los locos y antisistema escaparán a él.

Perdonar al malo, es decirle que lo sea

Aquí un refrán donde se critica fuertemente al acto de perdonar. Cabe destacar que no se refieres a cualquier tipo de perdón sino a uno en concreto, relacionado con la maldad. ¿La maldad debe ser perdonada? Según este refrán no, porque de algún modo se justifica que se vuelvan a cometer. Por tanto sugiere otro tipo de medidas que van más allá del perdón, como pudieran ser penas y castigos de diversa índole.

Sobre gustos y colores no hay disputas

Este refrán está muy relacionado y de hecho complementa al de «Sobre gustos no hay nada escrito», que muestra como la percepción individual es muy cambiante y es un error imponer un criterio, establecer un patrón o siquiera la mera discusión acerca de las posibilidades, probablemente por la incapacidad para establecer un consenso. El concepto de belleza parece demasiado subjetivo como para establecer juicios al respeto.

A la fuerza ahorcan

Este refrán ataca a la imposición y al control de la volutand, a lo que no le augura un buen resultado. Si no hay ningún tipo de consenso y se busca el cumplimiento de tareas de mala gana, a la larga se obtendrá un resultado nefasto, que se ve reflejado en un fatídico ahorcamiento. Se aconseja por tanto invertir en fabricar un consenso.

Antes quebrar que doblar

Este refrán aconseja firmeza a la hora de afrontar cuestiones relativas al deber, y es contrario a cualquier adaptación ante las circunstancias previstas o imprevistas y especialmente desfavorables para el cumplimiento de dicho deber. La rigidez es un valor especialmente para aquellos que buscan sumisión ante los poderes, y una manera de reforzarla puede ser la difusión de refranes como este. Lo cierto es que si algo vale mucho la pena, debe ser defendido a toda cosa y hay que luchar contra síntomas de debilidades.

Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe

Este refrán atenta contra la libertad del individuo de elegir el rol y las acciones que considere convenientes. Se atenta a su voluntad, más que de pensamiento de obra, la cual debe atenerse a unas normas ya establecidas. Los caprichos, aficiones y devociones no deben salirse de un camino prefijado, al menos en cuanto a los hechos.

En la duda, libertad

Este refrán es bastante conciso y claro cuando fomenta la libertad, especialmente ante cualquier caso de duda. Es decir, en un juicio de valores, o ante la pluralidad de ideas se debe de respetar y se debe dejar manga ancha, especialmente cuando hay motivos para la duda. El proberbio en realidad viene de San Agustín, que vivió en los siglos IV y V, y muestra en sus pensamientos que ante las cosas importantes y claras se debe buscar la unidad, pero en caso contrario mejor ser tolerante.

En cada tierra, su uso, y en cada casa, su costumbre

Este refrán pone de manifiesto las particularidades singulares de cada entorno que debieran ser respetadas ya que probablemente tienen su razón de ser. Dijo Zenobio que: Tantas tierras, tantas costumbres. Y lo cierto es que a pesar de los movimientos de globalización, tenemos una riqueza cultural que tarda mucho tiempo en cambiarse y tal vez deba respetarse y protegerse. Las tradiciones no siempre son aceptables para el mundo moderno, pero eso no significa que lo moderno sea lo adecuado. En cualquier caso se recomienda ser conservadores.

Ni mesa sin vino, ni sermón sin agustino

Este refrán alude a lo que considera recursos básicos para todo hombre como es el alimento del cuerpo y del espíritu, que no pueden ser de cualquier modo sino con vino en el primer caso y con un agustino en el segundo. En la edad media no había tanta variedad a la hora de elegir las bebidas o los oradores para los sermones, pero los buenos vinos y los seguidores de San Agustín tenían prestigio, aportando citas muy interesantes.