Otro refrán que indica que todo permanece en el tiempo, y es la esencia misma que no cambia, por mucho que se pueda aparentar lo contrario. Si se ha descubierto la esencia de una cosa o un ser, por más modificaciones que ocurran y cambios que se le hagan, no va a renunciar a su ser, y por tanto es inútil cualquier intento de cambio, pues tarde o temprano de pondrá de manifiesto lo que es, y si no es ahora, lo será en un tiempo futuro.