Este refrán va dirigido a todos aquellos que prometen hechos, o dar dinero, pero nunca lo llegan a hacerlo, por su forma de ver la vida, puede que lleguen a mucho, pero no tendrán buenos amigos en los que poder confiar.
Este refrán habla de los codiciosos que no se conforman con nada, y siempre necesitan más y más. Este tipo de personas nunca alcanzarán la felicidad y vivirán amargados o preocupados por tener más durante toda su vida.
Este refrán nos enseña que la codicia y la ambición elevadas no hacen la felicidad, porque el ambicioso y codicioso por mucho que tengo en su poder nunca va a ser feliz con lo que consiga y siempre se sentirá falto de algo. Mientras que el que se conforma con poco, será feliz con lo que la vida le ofrezca.
Este refrán explica que el hombre se vuelve listo, hábil e ingenioso cuando tiene hambre y necesita algo que llevarse a la boca, tanto si se trata como de conseguir alimento directamente, o a través de otros medios.
Esta frase cuenta como el que tiene la necesidad urgente de hacer algo, no suele respetar las leyes. Tanto para bien como para mal, si es por fuerza mayor, normalmente la gente tiende a saltarse las normas.
Este refrán explica que la pobreza causa muchos males al ser humano, siendo esta una de las peores cosas que le pueden ocurrir.
Esta paradoja se explica de una forma sencilla, ya que para adquirir bienes, el pobre necesita endeudarse y pagar más a la larga (debido a los intereses que pueda tener el prestamo). El rico puede comprar bienes al contado sin problema y sin pedir a nadie.
Este refrán indica, que debido a la falta de dinero, se compra lo más barato que a la larga es casi siempre lo peor y de menos calidad, por lo que dura menos y hay que reponerlo con frecuencia.
Esta es una expresión o refrán antibelicista que indica que el que no va a la guerra es el único que saca algo bueno de ella.
Cuenta que para aprender no llega con oír, si no que hay que escuchar y entender perfectamente lo que se escucha o ve.
Este es el argumento del que se sirven los amantes de la lectura, para decir que los libros son la principal fuente de sabiduría y que todos aportan algo.
Este refrán indica que si le das coba al que murmura y cotillea, cada vez lo hará peor, animándolo a que siga haciendolo.
Significa que si una persona te habla mal de alguien, seguro que esa misma persona habla mal de ti con los demás a tus espaldas.
Este refrán está dedicado a la gente falsa, que por un motivo u otro, tiene por costumbre adularnos en presencia y criticar en ausencia.
Este refrán significa que no se debe criticar publicamente a nadie, y especialmente a los amigos. Lo mejor es después de que pase el malentendido, hablarlo en privado con el interesado.
Algo tan bueno y necesario como la lluvia puede resultar molesto para algunos cuando les tuerce los planes
Cuando contamos algun suceso, siempre le añadimos buena parte de nuestras propias experiencias y así el mismo hecho contado por dos personas distintas puede parecer diferente
Cada persona tiene su propio modo de hacer las cosas al hacer una obra y esto no tiene que incomodar a nadie si al ver el resultado uno queda satisfecho
En el mismo sentido se usa «Cree el ladrón que todos son de su condición». Tendemos a pensar que los demás tienen los mismos vicios y debilidades que nosotros, o por el contrario la misma buena fé que caracteriza a los incautos
Hasta en los momentos de mayor caos y confusión, hay algunos que saben sacar partido de los males ajenos.
Hacemos lo que hacen los demás sin pararnos a pensar que no somos todos iguales y lo que les va bien a unos les molesta a otros.
Este refrán significa que para el rico todo son alegrías y placeres, mientras que para el pobre todo son tristezas y sinsabores.
El fuerte prevalece contra el débil, por lo que el poderoso y pudiente siempre es más fuerte que el desvalido, y las consecuencias de lo malo se las llevan los más débiles.
Este refrán cuenta lo que casi siempre pasa, que el rico y poderoso avasalla al pobre.