Aquí en este refrán no se andan con chiquitas, y lo que pretenden dejar bien claro es que la cantidad importa y no solo, sino que es una característica fundamental a la hora de decantarse por una opción. De hecho lo que se baraja es la relación entra cantidad y calidad, y este refrán lo deja bien claro. La poca calidad de un burro que no ande bien es más recomendable que la gran calidad de un burro que sea también pequeñito. La cantidad gana a la calidad.