Este refrán está dedicado a todos aquellos que guardaron alguna o muchas de sus virtudes para la vejez, tales como el vigor, la belleza, la inteligencia o alguna cualidad destacada que tuvieron a lo largo de su vida.
Este refrán está dedicado a todos aquellos que guardaron alguna o muchas de sus virtudes para la vejez, tales como el vigor, la belleza, la inteligencia o alguna cualidad destacada que tuvieron a lo largo de su vida.