Este refrán evidencia que todo el mundo puede ser susceptible de ser engañado,  aunque a no todos por igual. Entonces se pone de valor que unos tienes ventaja sobre otros. En concreto se pone en valor la prudencia frente a la inocencia. Como dice un proverbio chino, si me engañas una vez la culpa es tuya, si me engañas más veces la culpa es toda mía.