Este refrán pretende atacar a aquellos que son demasiado humildes, modestos y poco ambiciosos. Todo en esta vida en exceso es malo pero si te quedas corto también y es esta postura la que es atacada en cuanto a conformismo y falta de ambición, aunque también puede estar relacionado con la sumisión. Para medrar es necesario alabarse en cierta medida porque sino no se llega a ningún lado.