Este refrán está dedicado a las personas que se ponen tarde a hacer algo y no llegan a tiempo para completarlo debidamente, por lo que ya es tontería que empiecen a hacerlo. Se podría aplicar por ejemplo, si a un alumno se le pregunta por el examen que tiene mañana, y en el caso de que no haya empezado ya a estudiar, en vista de que es tontería que comience, se le dice: A buenas horas, mangas verdes.