Este refrán invita a llegar a conclusiones ateniéndose primero a un origen concreto, y segundo indagando en el camino y las consecuencias trazadas por este. Es decir, si buscas resolver un problema debes atenerte a unas hipótesis iniciales correctas que deben ser analizadas y que sirven como punto de partida para luego presentar y desarrollar la solución. El refrán pretende analizar una consecuencia o resultado, poniendo un ojo al desarrollo y a dichas hipótesis.