Quien menos sabe, presume estar al cabo de todo, cegado por el amor propio que no le permite ver sus propios defectos o carencias.
Refranes relacionados
- Cada uno lleva su cruz con buen o mal aire; pero sin cruz no vive nadie
- El corazón es adivino
- Arriba, canas; Y abajo, ganas
- Todo lo nuevo place y lo viejo satisface
- Lo que ve el ojo, desea el corazón