Este refrán se usa para hacer ver la hipocresía de aquellos que alaban su pasado, tratando de justificar una carencia presente. Ciertamente el proceso de calvicie que tantas personas experimentan, especialmente hombres, en las etapas medias y avanzadas de la vida, no impide que en los primeros años se goce de un buen pelo. No obstante, tener que destacarlo tiene su significado.