Este refrán habla de los codiciosos que no se conforman con nada, y siempre necesitan más y más. Este tipo de personas nunca alcanzarán la felicidad y vivirán amargados o preocupados por tener más durante toda su vida.
Refranes relacionados
- Las penas son cadenas
- La mayor desgracia no es tenerla, sino merecerla
- Los males hacen amistades
- Nadie es adivino del mal que está vecino
- Los duelos con pan son menos