Este refrán señala como el que llega tarde y probablemente es más débil, es el que va a encontrarse una situación tan mala que puede ser incluso de fatalidad. El refrán viene de un proceso concreto que tienen los monos a la hora de cruzar ríos, donde colaboran unos con otros y forman una entre ellos, la cual favorece a los primeros que cruzan mientras que el último tiene más posibilidades de fracasar en el intento.