Refrán que indica que toda persona experimentada, sabe reconocer el peligro, por lo que no se altera en vano y sabe reaccionar cuando lo intuye. Es decir, que cualquier persona con experiencia, cuando habla de algo es porque sabe de ello. Otra forma de verlo, es el de tener en cuenta las recomendaciones y consejos de los ancianos y personas con experiencia en un campo.
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- La mayor desgracia no es tenerla, sino merecerla
- Los males hacen amistades
- Nadie es adivino del mal que está vecino
- Los duelos con pan son menos