Este refrán señala a aquellos que se aprovechan ahora que se ha producido una situación de debilidad en alguien, que en otro momento mostró fortaleza y en este estado no se hubieran atrevido. Cuando hay una situación favorable, no solo los valientes se aprovechan sino que detrás van todos buscando sacar tajada o restársela a otros por pura envidia.