Este refrán reprende a aquellos que en tiempos presentes de bonanza no quieren saber nada de etapas anteriores, donde por ejemplo tenían otros amigos, u otras actitudes frente a la vida. Frecuentemente cuando una persona prospera suele dejar a un lado su procedencia y olvidarse de donde ha venido, o quién lo ha apoyado, algo que suele ser fundamental para lograr el estatus actual.