Este refrán pretende mostrarte cómo no vale la pena centrarnos en exceso en el el futuro sino que más bien debiéramos hacerlo en el presente, porque un día la muerte llegará, que no sabemos cuando y tal vez este tan cerca como mañana mismo. Aconseja aprovechar el día a día como en Mientras dura, vida y dulzura; Después, esperanza nuestra. Además también recomienda disfrutar de los placeres básicos como el comer o el beber.