Este refrán es otra versión más del todo o nada, es decir, una expresión para indicar que no hay medias tintas, que o es blanco o negro. Además, viene a indicar una posición de ambición en la que una persona no se conforma con poco si no que va a ir a por lo máximo. La utilización del personaje de un César señala que puede referirse a una ambición desmedida por el poder absoluto.