Este refrán, como tantísimos otros clama por ser conservador y respetar el orden natural de las cosas. Aconseja por ejemplo, darse cuenta de que todas ellas tienen sus sitio y su orden, y por eso el pie no debe moverse en exceso si quiere quedar ligado a la pierna. Utilizar los pies refleja el movimiento, la búsqueda y la iniciativa, que por tanto es desaconsejada por este refrán.