Aquí tienes un refrán que podrás ver a diario en la sociedad, donde por más fechorías que se comentan, parece que siempre hay disculpas por parte de los causantes. Parece que fueran expertos en improvisar excusas o las tuvieran preparadas ya. El caso es que pocas veces nos vamos a topar con un maleante que se quede en blanco o simplemente asuma su responsabilidad.